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Memoria de iniciación científica 2025
Fecha de emisión
2025-10-29
Autor(es)
Kinkead Boutin, Ana Patricia
Medina Arévalo, María Consuelo
Saavedra Briones, Pablo David
DOI
10.32457/12728/101412025111
Resumen
El Programa de Iniciación Científica “Mis primeros pasos en la ciencia” cumple once años, lo que demuestra el compromiso de la Universidad Autónoma de Chile por una formación integral de sus estudiantes de pregrado, transformando nuestro entorno académico, fortaleciendo la mirada reflexiva y la capacidad crítica, indispensables para comprender y actuar en el tiempo que vivimos.
Este programa, que este 2025 contó con 50 nuevos participantes, no solo abre una puerta hacia la ciencia, sino también hacia el mundo real, donde los conocimientos del aula dialogan con los desafíos contemporáneos. A lo largo de estos años, los estudiantes han impulsado proyectos en ámbitos tan diversos como la transición energética, la inteligencia artificial o la salud pública, demostrando que la ciencia cobra sentido cuando se pone al servicio de la sociedad.
Investigar es mucho más que aplicar un método: es una manera de mirar el mundo, de hacerse preguntas y atreverse a buscar respuestas. Esa actitud —curiosa, rigurosa y crítica— es la que el Programa de Iniciación Científica ha cultivado, inspirando a cientos de estudiantes a descubrir el valor del conocimiento como una herramienta de transformación social.
Desde la Vicerrectoría de Investigación y Doctorados seguiremos con la convicción de potenciar este valioso espacio de aprendizaje y descubrimiento. Creemos que la formación científica no solo es una oportunidad para desarrollar pensamiento crítico, sensibilidad social y creatividad, sino que una poderosa herramienta para desempeñarse mejor en el campo laboral. Por eso, el Programa de Iniciación Científica no es solo el comienzo de una trayectoria académica, sino un pilar en la construcción de profesionales destacados.
Este programa, que este 2025 contó con 50 nuevos participantes, no solo abre una puerta hacia la ciencia, sino también hacia el mundo real, donde los conocimientos del aula dialogan con los desafíos contemporáneos. A lo largo de estos años, los estudiantes han impulsado proyectos en ámbitos tan diversos como la transición energética, la inteligencia artificial o la salud pública, demostrando que la ciencia cobra sentido cuando se pone al servicio de la sociedad.
Investigar es mucho más que aplicar un método: es una manera de mirar el mundo, de hacerse preguntas y atreverse a buscar respuestas. Esa actitud —curiosa, rigurosa y crítica— es la que el Programa de Iniciación Científica ha cultivado, inspirando a cientos de estudiantes a descubrir el valor del conocimiento como una herramienta de transformación social.
Desde la Vicerrectoría de Investigación y Doctorados seguiremos con la convicción de potenciar este valioso espacio de aprendizaje y descubrimiento. Creemos que la formación científica no solo es una oportunidad para desarrollar pensamiento crítico, sensibilidad social y creatividad, sino que una poderosa herramienta para desempeñarse mejor en el campo laboral. Por eso, el Programa de Iniciación Científica no es solo el comienzo de una trayectoria académica, sino un pilar en la construcción de profesionales destacados.
